El diseño de jardines, como todos los trabajos profesionales, requiere un orden y una metodología. De forma muy general podemos describir una serie de fases fundamentales para lograr un bello jardín.
Las fases que debemos contemplar son:

Estudio del suelo

Lo primero que debemos entender para tener éxito en el desarrollo de nuestro jardín es la base, es decir, el suelo. Se recomienda realizar un estudio del suelo para conocer sus características y adaptarse a ellas antes de elegir las especies vegetales.
En los casos en los que ya haya un jardín previo y se pretenda modificar, conviene tener en cuenta los elementos existentes: las plantas, las flores, los arbustos, los árboles y la estructura del jardín. Después decidimos lo que mantenemos y lo que eliminamos para diseñar el nuevo jardín.
También se debe considerar factores como: la presencia habitual de niños y/o animales, fuentes o canales de agua, piscina, lugar de reunión o de fiestas,… Por último, recordad que debemos ajustarnos a un presupuesto y sacar el máximo provecho de él.
Cuando el jardín va a pertenecer a una casa y el terreno está todavía sin construir es conveniente que el arquitecto y el diseñador elaboren un proyecto conjunto casa-jardín, para que las vistas desde la misma se relacionen con la zona verde. El paso siguiente es el empleo de la tierra donde se va a construir para nivelar el terreno del jardín. Además, en los terrenos más alejados de la construcción, es posible plantar árboles o plantas antes de la finalización de ésta, para que se vayan adaptando al terreno.

El césped

Uno de los elementos favoritos en la construcción de un jardín es el césped. Por lo que vamos a describir unas recomendaciones sencillas para sacar el máximo provecho de este elemento fundamental.
El césped completa su crecimiento a los 12 ó 18 meses de haber sido sembrado. Necesita gran cantidad de luz, por lo que crece con dificultad debajo de los árboles, debemos cuidar este aspecto para evitar “calvas” y zonas amarillentas.
El césped requiere una gran cantidad de agua. No obstante, si hay riesgo de lluvias excesivas o inundaciones debemos prevenirlo. El exceso de agua puede dañarlo, por lo que es conveniente dar una salida al agua. Para ello existen diversos sistemas: elevar la cota del terreno, aterrazar, colocar gravas para facilitar el drenaje,…También recuerda jugar con la pendiente del terreno, el agua se acumulará siempre en el punto más bajo.
Cuando el caso es el diseño de una parcela alrededor de una casa ya construida se deben atender otros aspectos. Así, en el caso de suelos compactados por alguna maquinaria pesada, pisadas o raíces es posible que exista la necesidad de una aireación del terreno.

Selección de las plantas

Los principales aspectos en la elección de las plantas que van a integrar un jardín son: las condiciones de luz, el suelo, la temperatura y la humedad.
fases de jardin 2El resultado final del jardín dependerá, en gran medida, de las plantas que se utilicen, de su volumen, estructura, colores o flores. Además, existen muchas formas distintas en su presentación. Así, se pueden colocar varias plantas individuales o agrupadas. Todas estas características deben ser conocidas y analizadas antes de seleccionar las plantas que formarán el jardín.
Las plantas son útiles para crear nuevos espacios y producir diferentes sensaciones. Se pueden usar zonas protegidas con barreras o zonas que destaquen por su ornamentación. No se recomienda seleccionar las plantas en función de la belleza de sus flores, sino por la forma, volumen, tamaño, textura de la planta. Y por supuesto, dando prioridad a que las condiciones del jardín sean compatibles con la supervivencia de la especie vegetal.
Un error muy típico en la selección de plantas es no elegir y colocar una excesiva variedad de plantas. Lo aconsejable es dar lugar a un diseño sencillo, no recargado, mediante la elección de un color dominante y la agrupación cuidadosa de distintas variedades. No olvides que siempre hay tiempo de añadir una especie especial, y es más fácil ver lo que falta que lo que sobra.

Los árboles

En el diseño de jardines, al igual que las plantas, los árboles juegan un papel fundamental. Los árboles y arbustos ofrecen un amplio abanico de posibilidades para lograr diferentes efectos. Una de las principales funciones del árbol es crear zonas de sombra y, a partir de la creación de esas formaciones, es posible estructurar el resto del jardín. Además, son elementos que generan vistas o pueden ser puntos de atracción dentro del conjunto. Por ello, los árboles tienen una función útil y otra función ornamental.
fases de jardin 1El tamaño de un árbol se mide por su altura y por el diámetro de su copa. Así, es posible encontrar árboles grandes (más de 15 metros), medianos (entre 10 y 15 metros) y o pequeños (10 metros).
Las copas de los árboles son de formas muy diferentes: redondeada, esférica, cónica, columnar, pendular, en forma de sombrilla o en forma de abanico. Estas diferentes formas contribuyen a crear diferentes efectos, y generar distintas sombras.
También, hay que tener en cuenta en el diseño del jardín, la velocidad de crecimiento de los árboles, con el fin de evitar posibles problemas de espacio o de desarrollo del árbol. Esta velocidad viene determinada por la especie o variedad de que se trate.
Hay otras cualidades del árbol a tener en cuenta, como si se trata de clases perennes o caducas, el color, la textura del follaje, el brillo de las hojas, las flores y los frutos. Los árboles perennes, cuyas hojas no caen en ninguna estación del año, son muy útiles como cortavientos y para mantener el color verde en invierno. Los caducos, que pierden sus hojas en otoño, dan sombra en verano y en invierno permiten el paso de la luz a través de sus ramas.

Sistema de riego

El riego es un elemento principal del jardín, puesto que de él depende la vida del mismo. Hay que señalar que el agua no se puede administrar descuidadamente, sino que cada planta debe recibir el agua que requiere, ni más ni menos.
En la actualidad esta función se ha simplificado mucho, gracias a la existencia de sistemas automáticos, capaces de adaptarse a cualquier necesidad. No obstante, siempre existen zonas del jardín a las que el riego automático no llega lo suficiente o que precisan condiciones especiales de regado. Para estos casos se empleará el riego manual.
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