La automatización de una desaladora (IDAM) es un proceso industrial imprescindible para lograr un producto de calidad en unos costes razonables.

El diseño de una buena instrumentación en IDAM (instalaciones desaladoras de agua marina) incluye los sensores, los transmisores de campo, los sistemas de control y supervisión, los sistemas de transmisión y recolección de datos y las aplicaciones de software en tiempo real para supervisar y controlar las operaciones en planta.

La automatización en IDAM conlleva innumerables ventajas en la producción de agua producto. Un proceso automatizado en la desaladora aporta un producto final de mayor calidad y más competitivo debido a factores tales como la normalización de procesos y productos, la velocidad de producción, programación de la producción, la reducción continua de los residuos y menor probabilidad de error.

Sin embargo, cabe citar que el operador no debe ser reemplazado. A pesar de que el grado de automatización en esta industria en concreto es elevado, siempre se deja algún grado de libertad para que el operador dé la orden de inicio de algunas operaciones o la introducción de consignas manuales.

El proceso de desalación de agua de mar mediante ósmosis inversa es un sistema con cierto grado de complejidad que necesita de la utilización de los medios más modernos de automatismos y control para poder operar con garantías de fiabilidad y seguridad, esto es, automatizar el proceso al máximo nivel viable.

Las ventajas de la automatización en IDAM

Los principales beneficios de automatizar una desaladora son:

Reducción de costes

Los sistemas de automatización industrial son rentables en cuanto a retorno de inversión, operan únicamente con gastos de mantenimientos. Estos pueden ser planificados y realizan actividades que de otra forma necesitaría de mucho personal.

Bien implementados, optimizan el uso de materiales. Así evita el desperdicio de materia prima y se considera más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Aumento de calidad del agua producto

Reduciendo los errores de producción se mejora significativamente la calidad del agua tratada. Gracias a los sistemas del SCADA que apoyan a la maquinaria mecánica, es posible supervisar y corregir desperfectos en tiempo real sin interrumpir la cadena productiva.

Calidad homogénea

Cuando el producto está destinado al consumo humano la calidad debe ser la más alta y completamente homogénea. Gracias a la automatización podemos eliminar la variabilidad en las cadenas productivas. Con la automatización en IDAM alcanzamos la misma calidad a lo largo del tiempo. Por ejemplo, se consigue rellenar la misma cantidad de agua desalada en cada botella.

Productividad

Las maquinas que componen una desaladora, se caracterizan por su capacidad de trabajar 24 horas sin parar.

En épocas de alta demanda como en verano en las desaladoras de las costas españolas, los equipos no suelen poseer horarios de descanso frecuentes y sus curvas de productividad no decaen con el tiempo. La automatización en IDAM ofrece gran eficiencia en todo el transcurso de su funcionamiento.

Seguridad de la planta

El agua producto de una IDAM acarrea actividades de riesgo para la seguridad del personal humano. Tener la capacidad de acudir a herramientas tecnológicas que puedan llevar a cabo este tipo de tareas a gran velocidad y sin errores es un punto clave para el confort de los trabajadores de la planta de aguas.

Así logramos que los accidentes laborales relacionados son mínimos y casi nunca provocados por la maquinaria.

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David Nuevo